DESCRIPCIÓN:
El proyecto promovió la construcción de una ciudadanía crítica en el barrio de Orriols, en Valencia, a través de acciones educativas que abordaron las desigualdades estructurales entre el Norte y el Sur desde un enfoque de Derechos Humanos. Personas adultas mayores, mujeres, niños y niñas participaron en procesos formativos que impulsaron el análisis crítico y el compromiso social, dando como resultado la creación de episodios de un podcast y de una campaña en redes sociales que reflejó sus inquietudes y propuestas de cambio. También se estableció un hermanamiento con una organización de Ecuador, fomentando el intercambio de saberes entre el Sur y el Norte. El proyecto logró fortalecer las capacidades del tejido asociativo y generar espacios de participación activa con impacto social y digital.
RESULTADOS:
– 32 personas de asociaciones de Orriols participaron en la creación de un proyecto de comunicación transformadora, con presencia equilibrada de mujeres y hombres, y se formalizó un hermanamiento con una organización de Ecuador.
– Las personas participantes en el proyecto fortalecieron sus habilidades de comunicación para hablar sobre justicia social y las conexiones entre el Norte y el Sur.
– Se organizaron 2 encuentros de intercambio con la participación de entidades ecuatorianas.
– Se produjo un podcast comunitario centrado en la justicia social y la equidad.
– Se creó un fanzine que resume todo el proceso, los aprendizajes y los resultados del proyecto.
– Se lanzó una campaña en redes sociales con 8 publicaciones, que llegó a más de 1.000 personas.
DESARROLLO:
LAS VOCES DE LAS GENERACIONES TOMAN EL MICRÓFONO
Personas adultas mayores, mujeres y niñxs de Orriols reflexionan sobre sus derechos en un proceso intergeneracional de comunicación transformadora
El barrio de Orriols se ha convertido en un espacio donde diferentes generaciones se encuentran para reflexionar, compartir y alzar la voz. A través del proyecto “Reporterismo Comunitario en Derechos Humanos conectado con el Sur Global”, impulsado por la ONGD Paz y Desarrollo y financiado por el Ayuntamiento de València, personas adultas mayores, mujeres y niños y niñas han participado en actividades educativas y creativas que conectan sus realidades locales con las luchas globales por la justicia y los derechos.
En colaboración con Infàncies i Dones del Món, el Servicio Jesuita a Migrantes y Orriols Convive, el proceso comenzó con sesiones formativas sobre derechos humanos y desigualdades estructurales entre el Norte y el Sur. Estos encuentros combinaron contenidos teóricos con dinámicas participativas.
Las personas adultas mayores participaron activamente compartiendo sus memorias, conocimientos y reflexiones sobre el derecho a una vejez digna, activa y escuchada. Desde sus vivencias —muchas atravesadas por procesos migratorios, laborales y de cuidado— compartieron una perspectiva crítica sobre la invisibilización del envejecimiento en nuestras sociedades y la necesidad de espacios para seguir participando activamente en la vida comunitaria.
Las mujeres, por su parte, profundizaron en temas como el trabajo de cuidados, la discriminación estructural, el racismo y la violencia machista. En un entorno de confianza y apoyo mutuo, reflexionaron sobre la importancia de contar con espacios seguros donde expresar sus vivencias y construir propuestas de transformación.
El grupo de niños y niñas aportó una mirada fresca y potente sobre su entorno: los espacios de juego, la vida en el barrio, el huerto comunitario y el derecho a ser escuchados. A través de dinámicas lúdicas y creativas, expresaron cómo perciben su realidad y qué les gustaría cambiar.
A partir de estos procesos formativos, los tres grupos participaron en talleres de comunicación transformadora y creación de podcasts. Con el acompañamiento de un equipo facilitador, cada grupo diseñó y produjo su propio contenido sonoro, utilizando el formato podcast como herramienta para comunicar sus ideas, denunciar injusticias y proponer cambios.
El cierre del proceso fue una jornada de sistematización de experiencias celebrada en el Centro Municipal de Juventud de Orriols. Allí, todas las personas participantes compartieron lo vivido mediante una “línea de los recuerdos” ilustrada con fotos y mensajes, un micrófono abierto para que cada quien pudiera expresar sus emociones y aprendizajes y un “árbol de los aprendizajes”. Algunas de sus palabras quedaron resonando con fuerza:
“Soy mayor, pero no soy un trasto. Aunque esté jubilado, todavía tengo mucho que aportar.”
“Las mujeres no somos invisibles. Tenemos derecho a espacios donde podamos hablar sin miedo.”
“Los niños también piensan, sienten y ven. Por eso también tienen derecho a ser escuchados.”
“Hacer un podcast me enseñó que todos tenemos una voz que merece ser oída.”
El proyecto Reporterismo Comunitario demuestra que la defensa de los derechos humanos no es exclusiva de expertos o instituciones: es una tarea colectiva que se construye desde lo cotidiano, desde el barrio, desde las historias compartidas. Y que al crear espacios intergeneracionales y participativos, no solo se construyen mensajes, sino también vínculos, conciencia y comunidad.
Y llegó el momento, os presentamos los episodios elaborados en el marco del proyecto, que recoge voces y experiencias para hablar de derechos humanos, resistencias y sueños compartidos. Cada episodio conecta realidades locales con desafíos globales, recordándonos que lo que sucede en nuestros barrios también dialoga con luchas en otras partes del mundo.